ROCA REY CONQUISTA CÓRDOBA Y TALAVANTE ENGRASA LA MÁQUINA

 

Talavante realiza su mejor faena de lo que va de año y Roca Rey se lleva la tarde a base de entrega y valor. Digna alternativa de Lagartijo. 

El mercurio marcaba los 35 grados en Córdoba mientras la marabunda bajaba la Gran Vía Paseo expectantes por la corrida más importante de la feria. Los cinco califas presidían su coso con tres cuartos de entrada cuando a las 19:00 formaban el paseíllo los tres matadores. 

Tras varios años en su retiro oliventino, Alejandro Talavante regresaba a los ruedos andaluces acompañado con el misterio que lleva siempre consigo y que le diferencia del resto de toreros del escalafón. Incluso su modo de andar es distintivo. Tras dar la alternativa a Lagartijo, toreo con elegancia en el capote a su primer toro de Álvaro Núñez y lo intento con la muleta hasta que el toro no quiso más y se fue a por la espada. Ovación.

El lío se formaría con el segundo de su lote, con el que el diestro pacense volvería a demostrar tras su vuelta lo mucho que se ha echado en falta su manera de torear. La faena tuvo remolinos y trincherazos con garbo pero sobre todo destacaron los naturales eternos, como olas meciéndose en marea calmada. La plaza entera en pie cuando, por fin, Talavante sacó su mano izquierda, la los billetes y las fincas, que diría Molés. Falló con la espada cuando ya tenía al público en el bolsillo. “Asi torea uno de Badajoz” se escuchaba en los tendidos. Ovación cerrada.

 …Y llegó Roca Rey

El diestro peruano, dotado con el don de conectar con el público de cualquier plaza, no se aminaló con el empuje del peligroso primer toro de su lote. Un toro que cualquier otro hubiese matado, y con razón, a los dos segundos de faena. Parecía una batalla más que una lidia, por lo que la música debería de haber sido un rockandroll de los 60 en vez de un rídiculo pasodoble. Acompañado por la innovación de su toreo supo completarle la faena y recibir una merecida oreja. 

Toreo con más arte al segundo, que embestía de categoría. Entre pitón y pitón completó una faena más elaborada demostrando sus variados registros. Dos orejas a la mejor faena de la feria y Córdoba rendida al torero que pisa terrenos que hoy en día nadie pisa. Una muchedumbre se agolpaba en la Puerta Grande cordobesa ante la atenta mirada de Manolete y ciento de flashes…

El torero local, Lagartijo, tuvo un más que digno debut cortando dos orejas a su primer toro, aunque algo benevolente la segunda. Pudo hacer más con su segundo, que se fue apagando y no tuvo acierto con la espada. También cruzaría la puerta grande.