ÁNGEL TÉLLEZ: "La Puerta Grande de Madrid es el primer paso de mi gran sueño: ser figura del toreo"
Antes, mucho antes de eso, el diestro toledano nacido en 1998 comenzaba su andadura en la Escuela Taurina José Cubero "Yiyo", debutaba con picadores en El Puerto de Santa María en el año 2017 y tomaba la alternativa como matador de toros en Guadalajara en el año 2019, justo antes de la pandemia.
Forma parte de una generación de toreros jóvenes que a su vez llevan a mucha gente joven a la plaza, suponiendo una gran manera de revitalizar la fiesta. Tiene la humildad de atendernos.
Muy buenas Ángel, gracias por concedernos esta entrevista. Empecemos por el principio, ¿a qué edad tuviste claro que querías ser torero? ¿te viene por tradición familiar o por otro motivo?
La edad no sé cuál sería, pero procedo de una familia muy aficionada y tengo el referente de mi tío Fernando. Cuando yo era un crío, él ya era un subalterno muy consolidado, que toreaba muchas tardes y, poco a poco, empecé a acudir a las plazas donde él hacía el paseíllo, a entrar en contacto con los toreros a cuyas órdenes actuaba, con ganaderos, a ir al campo, etc…Así fue surgiendo en mí el deseo y el sueño de ser torero.
Una vez comienzas en el mundo del toreo, ¿terminaste los estudios o los dejaste para dedicarte enteramente a la profesión?
Los estudios los he ido compaginando como he podido. Al final no se me ha dado mal porque he podido llegar a cursar estudios universitarios. Es algo que no todo el mundo sabe, pero estoy estudiando la carrera de Fisioterapia, ya en segundo curso.
Tomas la alternativa en 2019, ¿Cómo son los años siguientes hasta 2022 teniendo en cuenta la dificultad añadida de la pandemia en esos tiempos?
La pandemia ha sido muy dura para todo el mundo y especialmente para mí. Cortó mi carrera en seco, puesto que en 2019 tomo la alternativa y hago una bonita temporada con una docena de corridas de toros. Pero en 2020 no me vestí de luces ni una sola vez, y un 2021 sólo tres tardes. Además, la dichosa pandemia se llevó al que era mi apoderado, mentor y prácticamente descubridor, José Antón “Josete”, un hombre que tenía una fe ciega en mis posibilidades. No hay día que no me acuerde de él y estoy seguro de que me estará viendo y disfrutando de lo que me está pasando, allá donde esté.
Tu triunfo en Madrid en esta feria de San Isidro se divide en dos actos. Vamos con el primero: la tarde de los naturales cargados de clasicismo al de Arauz de Robles. ¿Qué supuso para ti ganarte esa tarde al público de Madrid y el reconocimiento de la afición taurina en general?
La primera tarde fue muy importante y, de hecho, es la clave que me abre las puertas de poder volver a Madrid el día 27 por la vía de la sustitución. Es increíble ver la repercusión que tuvo esa faena, esos 8-10 naturales, que son los que me permitieron ponerme en boca de todo el mundo. Escuchar rugir a la plaza de Madrid es una de las sensaciones que me llevo conmigo para siempre.
Entre los aspirantes a conseguir la vacante que dejó Emilio de Justo para el día 27 de mayo estabas tu y la acabas consiguiendo de forma merecida ¿te lo esperabas? ¿Cómo te enteras y que sentiste?
Es justo reconocer que la empresa de Madrid cumplió con su compromiso de dar las sustituciones del maestro Emilio de Justo a los toreros que estuvieran destacando en San Isidro. Conmigo lo cumplieron y estoy muy agradecido. Viví los días previos con mucha incertidumbre y a la vez con mucha ilusión. Sabía que estaba en las quinielas para poder entrar la tarde del 27, pero hasta que no lo confirma la empresa, no hay nada seguro. Y la confirmación no llegó hasta el día 25 por la noche. Cuando ya se cierra mi presencia, pues imagínate, una ilusión tremenda y unas ganas locas de volver a hacer el paseíllo en Madrid.
Segundo acto, tu puerta grande en Madrid. Compartes cartel con dos figuras del toreo y abres la puerta grande con dos grandes actuaciones tanto con el capote como con la muleta ¿Qué sensaciones tuviste durante la tarde? ¿Qué se siente al abrir la puerta grande de Las Ventas?
Mi mentalidad para esa tarde era la de disfrutar a tope y que no me pesara la responsabilidad. Era el sitio donde quería estar, con dos figuras del toreo a las que siempre he admirado, con una de las ganaderías que más garantías de triunfo ofrece, la plaza de Madrid llena a reventar… Es lo que siempre había soñado, así que intenté estar tranquilo y disfrutar de todo ello. En las horas previas, visualizaba que iba a ser una corrida triunfal, con varios toros embistiendo, Urdiales y Talavante dando una gran tarde…y yo estando a la altura y pudiendo salir también en triunfador. Al final, todo salió redondo para mí y pude atravesar la Puerta Grande. Es una sensación muy difícil de explicar: yo tengo el recuerdo de que mi cuerpo iba en volandas de la gente, pero que yo no iba en él. Es una sensación muy extraña, pero de una felicidad extrema.
Has cumplido el sueño de cualquier matador de toros y aún te queda mucho por vivir ¿Algún sueño en especial que te gustaría cumplir en el mundo del toreo además de esta puerta grande en Madrid?
Bueno, mi gran sueño es ser figura del toreo y para ello todavía tengo que trabajar mucho y mejorar. La Puerta Grande de Madrid es un sueño muy bonito, pero es sólo el principio, el primer paso de mi gran sueño, que es ser figura del toreo.
¿Qué consejo le darías como persona que acaba de experimentar el éxito a los que están empezando a torear?
El consejo que puedo dar a quien empieza es que disfrute de esos primeros pasos y tenga la ilusión de absorber todos los conocimientos que le van a transmitir en esa primera etapa de su andadura. En mi caso personal, aquellas primeras enseñanzas cuando eres un “disco en blanco” han sido fundamentales para desarrollar mi carácter y entender la profesión.
Aún sabiendo que los toreros pensáis en el toro 24 horas al día, ¿tienes alguna afición o hobbie? ¿Cuál?
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